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Mindfulness para guarderías y centros de desarrollo infantil

La capacidad de concentrarse, controlar su atención y sus emociones es necesaria para que un niño se sienta cómodo en cualquier situación y triunfe en la vida. Esto es posible si le inculcas desde temprana edad las habilidades de la conciencia.

Prácticas y ejercicios diarios en forma de juegos harán que la conciencia del niño sea parte de su vida, tan natural y obligatoria como el hábito de cepillarse y cepillarse los dientes.

¿Por qué la conciencia de los niños

La infancia es un período en el que una persona pequeña forma sus propias ideas sobre el mundo, sobre sí mismo y sobre otras personas. Si el niño tiene un “observador interno” o, en otras palabras, la capacidad de confiar en sí mismo y en su propia experiencia, sin dudar del conocimiento adquirido, entonces se forma una personalidad fuerte y armoniosa.

Tal niño crece con una autoestima adecuada, comprende lo que le sucede a él y al mundo que lo rodea, aprende a beneficiarse, incluso cuando se encuentra en una situación difícil. Un niño que ha aprendido las habilidades de la conciencia no se descarrila por situaciones estresantes: cuando se encuentra en circunstancias difíciles, se calma rápidamente.

Un niño con habilidades de conciencia entra fácilmente en nuevos períodos de la vida. Se adapta más rápidamente al jardín de infancia ya la escuela, y sufre transformaciones en la adolescencia sin mucha dificultad.
La mindfulness no surge de la nada, hay que enseñarla. Es mejor si los educadores y los padres muestran cómo ser conscientes o mindfull de esto con su propio ejemplo. Con la ayuda de nuestros cursos y manuales de juegos educativos, los niños aprenderán:

  • reconocer las emociones;
  • comprender en qué situación se presentan;
  • desarrollar la habilidad para regular su estado emocional.

Y, sin embargo, aprenderán a comprender qué les causó miedo, agresión o, por el contrario, diversión.

Concienciación (mindfulness) para el niño es una herramienta que sienta las bases para su éxito:

  • enseña a lidiar con el estrés a través de prácticas de respiración, desarrolla la capacidad de relajarse y sentir el suelo bajo los pies;
  • desarrolla inteligencia emocional – da una comprensión de por qué surgió una emoción, le permite dirigir la energía de las emociones para bien;
  • aumenta la productividad: ayuda a determinar lo principal, centrarse en ello y terminarlo, cambiar rápidamente a nuevas tareas;
  • ayuda a mantener la calma: técnicas de relajación, respiración adecuada, la capacidad de monitorear y regular los niveles de energía, que el niño puede usar en cualquier momento y en cualquier lugar;
  • desarrolla la atención y la memoria a largo plazo: el niño presta atención a todo lo que hace, dice y piensa.

Cuanto antes un niño domine la habilidad de la mindfulness, más preparado estará para cada etapa de la edad adulta. Como resultado, ella y su familia se sienten menos ansiosos y la relación en el hogar se vuelve cálida y de confianza. El niño está feliz de aprender, se comunica fácilmente con los educadores, encuentra amigos rápidamente y puede defender sus límites.

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